Silencio claro.
Silencio muerto.
No hay día que no vea
los pájaros en los cables
reposando callados.
Me veo desde el aire.
Un envase de piel
sin boca.
Sin palabras.
No hay nadie,
los devoró la soledad
que se esconde
en las paredes.
Tengo frío,
desde arriba parezco
un esqueleto.
Uno hecho de raíces.
Muchas voces caminan
a lo lejos.
Pasos que se acercan
y se alejan indiferentes.
Los veo.
Siguen la marcha fúnebre,
todos ciegos, todos sordos.
En silencio.
Autor: Jeferson González
0 comentarios:
Publicar un comentario