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sábado, diciembre 18

1er Festival de la Revista Bellas Artes, video.




Como parte del 1er Festival de la Revista Bellas Artes en el CENAC. Este 18 de Diciembre pude presentar al público en forma digital mis fotopoesias con este video.
Les invito a comentarlo, compartirlo y disfrutarlo.

miércoles, diciembre 15

Estás. Ana Elena Orozco

ESTÁS

Estás en mis recuerdos,
en mis pensamientos,
en todos mis silencios,
y en mis pensamientos.

Estás en mis ausencias,
y en todo mi pasado,
abarcando el tiempo,
llenando cada espacio.

Estás en mi presente,
en mi tiempo tan lejano,
en cada hora eterna,
en un segundo amargo.

Estás en mi futuro
proyectos de verano,
soñando con mi vientre,
creciendo a cada paso.

Estás en el ocaso
plateado de mi vida,
tomándome hoy mis manos,
llenándome de dicha.

jueves, diciembre 2

Tal cual arcoíris. Juan Ulate

■Tal cual arcoíris

Después de la tormenta siempre se asoma un arcoíris
■el mismo que da color y canto al mundo,
■a la vez que inspira al pobre artista en
■su cuadro de emociones bellas.


■Cuan arcoíris tú apareces por instantes
■en leves momentos de mi tiempo,
■y tal como todas las cosas hermosas
■te vas por instantes, no sin antes llenar de cantos
■este corazón sediento, que se resiste a tu ausencia.

miércoles, diciembre 1

¿CÓMO SE ESCRIBIRÁ UN POEMA EXISTENCIAL? , Mario Benedetti

¿CÓMO SE ESCRIBIRÁ UN POEMA EXISTENCIAL? 

Vamos a ver 
¿Cómo se escribirá un poema existencial? 
¿preguntando a la ceniza por el fuego? 
¿al desmadrado por la madre? 
¿a la migaja por el pan nuestro? 
¿al muñón por el meñique? 
¿al alma por su almario? 
¿al piojo por el universo? 
¿a la saliva por el beso? 
¿a la cigüeña por el campanario? 
¿al pez espada por su vaina? 
¿al sordomudo por la cadencia? 
¿a la seda por el gusano? 
¿a la bienamada por su desamor? 
¿al arbolito por sus pájaros? 
¿al universo por el piojo? 
¿al corazón por la puñalada? 
¿al ruiseñor por la ruiseñora? 
¿a la lágrima por su lagrimal? 
¿a mí mismo por mi salvavidas? 

supongo que a esta altura ya habréis adivinado que he resuelto postergar mi poema existencial para el siglo veintiuno o veintidós. 


El tema de esta semana en el taller es el Existencialismo. Y como una muestra de ello tenemos un poema de Mario Benedetti.

viernes, noviembre 26

!Oh luna¡ Sharon Corrales

!Oh luna¡


Tú, la luz que se abre camino
entre las saladas olas del mar,
que ilumina el sendero nocturno
de las almas en pena,
que observa el trágico andar
de nuestros sueños.

Protégeme en esta noche fría,
de inmaculada soledad,
oculta de mí los arcanos letales,
no permitas que mi alma
caiga en penumbra,
porque nadie la podrá rescatar.

Oh tú, luna,
ayúdame a vivir
y completar mi transformación.

Oh tú, luna,
se testigo de mis últimas palabras,
dale fin a mi sufrir.

Oh tú, luna,
esperanza en mis horas bohemias,
lleva hacia tu montaña
mi cuerpo desnudo,
y purifica allí mi corazón.

Tú, testigo minuciosa,
de muchas otras muertes,
guarda la mía en silencio,
que no se enteren las estrellas.

No le cuentes al mar,
pues muy pronto el sol
al descubierto pondrá
que una luz se apagó.
Que dejo de ser..
Que murió…

martes, noviembre 23

El Guardián de Hierro Ricardo Rodríguez

El Guardián de Hierro


Qué es lo que llego a perder?

Por qué volvió a confiar?


Esta historia es una vida,

de todo lo que ha negado.

Crearon un imperio,

de las ruinas de su pasado.


Con su corazón destruido,

de ti va a cuidar.

Siempre será tu amigo,

porque no te puede odiar.


Puede que no sea tu guardián,

pero siempre te protegerá.

El Guardián de Hierro

nunca te abandonará.


Sus ganas de defenderte,

lo llevan a la discordia.

Si alguien te llega a herir

lo matara sin ninguna misericordia.


El dolor es solo una parte

de todo lo que hace.

Él da su vida por ti

pase lo que pase.


Qué lo ha destruido?

Por qué es tan fiel?


Una lluvia de riqueza cae

sin que nosotros nos mojemos;

pero su felicidad no está en tener

lo que creemos que queremos.


Él te ayudara

por toda la eternidad;

no importa si en tu corazón

reina por completo el señor la maldad.


El embustero caerá

cuando finalmente él regrese.

Se cree un mal artista

pero todo el mundo lo enaltece.


Y aun cuando su armadura se oxide

en la lluvia sombría de un futuro oscuro;

el Guardián de Hierro seguirá contigo

eso tenlo por seguro.

miércoles, noviembre 17

LA PALABRA Juan Ulate

martes, noviembre 16

POESIA SIN ALIENTO, Carlos Andino ( Argentina )

Me quedé izado 
en el territorio liberado de tu camisón, 
manifestando
contra tu bretel y tus elásticos 
me quedé esperando 
que el teléfono me saltara al cuello 
y me mordiera la ansiedad y la distancia...
Te supe, 
Te olí...
Me proyecté en vos,
Te provoqué
Me puse a imaginar nuestro Rasti
...te ando extrañando 
como si me hubiera olvidado la letra 
... de la mejor canción del mundo. 


Mi amigo Carlos Andino, poeta y músico, nos ha permitido tener uno de sus poemas en nuestro blog Carbunco. Si desean conocer más poemas de Carlos Andino pueden visitar su Facebook y di desean escuchar su música entonces visiten: http://www.reverbnation.com/carlosandino .

lunes, noviembre 15

SILENCIO Ana Elena Orozco

Silencio

Sí ya no me quieres, no me lo digas…
Alimenta el fantasma de la pasión
con los recuerdos
de tu corazón.

No lo digas ya, que muera mi nombre
en tus labios, sitio perfecto
para el destierro.

Sí ya no me quieres, no me lo digas,
sí mi risa no evoca suspiros en ti,
sí la magia tierna no te embriaga la piel
no me mires si ante tus ojos,
hoy, no luzco igual que ayer…

Sí ya no me quieres deja que
el silencio hable despacio y cruel,
como verdugo de mi infortunio,
como testigo de
mi naciente soledad.

Sí vas a alejarte, no te despidas,
que tu voz se quede susurrando en mi memoria
palabras añejas de un amor lejano.
Tu poesía que hoy suena a mentira
no finjas sentir el vacio,
que inunda esta breve distancia.

No mientas diciendo lo mucho que lo sientes
si ya no me quieres no pidas recurrir al recuerdo.
No me sirve el recuerdo
si el aire me falta,
si vas a dejarme no alargues el fin,
no pretendas quedarte, sí te quieres ir,
no confundas mis lágrimas con tu compasión,
cierra ya la puerta de tu corazón,
que la herida duele eso es verdad,
pero con el tiempo tal vez sanara.

Sí ya no me quieres no lo digas mas…

LA TORRE QUE AÚN NO SE TERMINA Guillén Garode


LA TORRE QUE AÚN NO SE TERMINA

“Pero el señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: “Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos”.
Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. En ese lugar el señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel” (Génesis, 11: 1-18).

* * *

Siete personas eran las que conformaban la población de aquella familia, que por decepción y deseos de salvación, había huido hacia las montañas de una tierra tropical, habitando un lugar remoto, inconcebible para el buen ojo de la civilización tecnológica, la que habían dejado ya bastante atrás, caminando durante largos días, sin apartarse el uno del otro, con la preocupación debida y la incertidumbre al tope, en una zona donde brotaba el enigma, y el misterio se respiraba hasta en el viento fresco que acariciaba los árboles del lugar.
Se habían establecido en una colina donde vivían de la agricultura, la caza, sus pequeños ranchos de bambú se alzaban presuntuosos luciendo su figura, cubierta con aquellas graciosas ropas, un plástico que habían traído del mundo y unas hojas grandes, verdes, que colocaron encima del plástico dando la apariencia de una casa de lechuga.
El alba fúlgida anunciaba en uno de aquellos días que el sol mostraría su sonrisa amarillenta a todos los terrestres. Y fue entonces cuando despiertas, las tres mujeres del grupo decidieron ir a buscar frutos, siendo este no más que el pretexto para intentar explorar aún más los rincones que les eran desconocidos a los demás, tanto a los dos hombres como a la niña y al viejo (compatriotas en el exilio voluntario).
Valientes y atrevidas cruzaron fronteras aún no ubicadas en las anteriores jornadas de exploración grupal que habían emprendido hace una semana. Ávidas, continuaron guiadas por la curiosidad del azar, hasta que un hecho realmente asombroso las dominó perplejamente; se encontraron ante una torre enorme, que se elevaba a una altura monumental. Se hallaba rodeada de unos árboles que parecían del tamaño de pequeños brócolis comparados con esa increíble maravilla cilíndrica hecha de ladrillos y otros materiales sólidos.
Contemplaban incrédulas aquel elemento hasta que un hecho insólito apareció en escena, ante sus ojos despiertos, una paloma blanca con un ramo de olivo en el pico se detuvo al pie de la torre y al verlas acercarse voló despavorida, pero antes de emprender la elevación desesperada el aleteo apartó un puñado de hojas livianas que cubrían el suelo. Al irse libre la paloma y despejar los alrededores de la torre, las tres mujeres pudieron divisar una larga inscripción en el polvo que decía: “una vez soñamos en constituir una nueva era donde humanos y dioses convivieran y se comunicaran, para ello intentamos construir esta torre que nacería de la tierra y culminaría en las nubes, allá donde duermen las deidades. Pero nuestro sueño quedó inconcluso, por eso rogamos a quien lea este mensaje que continúe la obra, la cual es la más ambiciosa que cualquier ser humano haya emprendido”. Habían apenas terminado de leer cuando una leve ráfaga acechó el lugar y volvió indistinguible alguna letra en el espacio donde antes se había formado la proverbial sentencia.
A partir de esto nada sería igual, lo sabían las mujeres testigos del acontecimiento. La frase aún revoloteaba en las cabezas de las espectadoras minutos después, quienes ante el silencio generalizado no sabían si los hechos eran reales o parte de una vivencia onírica producto de su extraña vida en la montaña.
Llegaron donde estaba el resto del grupo y decidieron contarles, llevándolos luego para que contemplaran la torre. Una vez en ella, atrapados por una escalofriante experiencia mítica, las mujeres hablaban del legado asignado por una extraña paloma con un ramo de olivo en el pico.
Existieron dudas al inicio dentro del grupo sobre la veracidad de la versión de las mujeres, sin embargo la prueba imponente de la torre, y el ramo de olivo que sostenía una de ellas volvía impensable cualquier cuestionamiento. Durante días deliberaron sobre el asunto, y por último decidieron ir a culminar aquel trabajo ya iniciado muchos años antes. Además la torre terminada llegaría a la altura de las nubes, favoreciendo la vista de los alrededores y podrían, gracias a ella, divisar la tierra entera.
Recogieron piedra, agua, arena del río y madera del bosque. Se organizaron todos para cumplir con el trabajo, una de las mujeres escaló a lo alto de la torre gracias a la ayuda de los hombres, desde allí usarían una cuerda que subiría un recipiente con el cual se cargarían los materiales necesarios. Fue así que trabajaron en el objetivo, sin más ayuda técnica que la proporcionada por el anciano, quien se había desempeñado en sus años de juventud como constructor.
Todos los miembros de aquella familia cumplían una función y se entendían a la perfección, como no se había visto hacía mucho en ningún grupo humano, menos en el actual dominado por objetos y fantasmas que ostentan el control de una sociedad que cree estar gobernada por humanos. Era esa la sociedad de la que huyeron Los Siete locos que continuaban la construcción de la torre. Incluso la niña escuálida cumplía su parte en la labor recitando (a la hora de las comidas, sobretodo en la noche) brillantes cuentos que había ingeniado su cerebro con una habilidad poética que no necesitaba manifestarse en papel. Era el momento catárquico de las complicadas sesiones de trabajo, donde se descargaba la fatiga con hechos inverosímiles, historias de un mundo muy distinto del que huyeron y que se convertían en nubes con formas de animales en la voz de aquella chiquilla encantadora.
Un día cualquiera, como algunos otros, escucharon un sonido como de animal volador, un helicóptero posándose muy cerca de su campamento. Era un aparato extraño, que como una libélula movía sus alas desesperadamente. En sus puertas estaban pintadas estrellas y barras que formaban una bandera tricolor: azul, blanco y rojo.
Llegaron Los 7 hasta donde estaba el animal volador, observaron como de los costados de aquel insecto mecánico salían tres hombres con armas sostenidas, y con unas barrigas protuberantes que caían vencidas por la gravedad. Eran dos hombres mayores, el tercero un joven obeso y rudo. De los dos hombres uno era un exsoldado, retirado de algún ejército que ni él recordaba, (padre del obeso), el otro un narcotraficante que transportaba en aquella libélula mecánica varios paquetes de un polvo mágico color blanco, que compraban a buen precio unos magos que vivían en el norte para poder darle fantasía eterna a sus muertas vidas.
Se habían detenido en aquellas colinas para revisar un posible daño en su nave. Al observar con mirada escéptica los catorce ojos que se posaban sobre ellos, el narcotraficante habló por los tres, al que apodaban Espíritu Santo, emitió un breve saludo presentándose él y los otros dos hombres. Solicitaron poder quedarse tres días con ellos, tiempo suficiente para averiar un fallo de la nave, para después volar al país de las maravillas, el norte bondadoso y próspero, la capital del mundo, de aquel mundo del que huían los nuevos habitantes de la montaña.
Generosamente albergaron a los extranjeros en sus ranchos, suspendiendo momentáneamente la entusiasta tarea de la torre.
En una noche, uno de los hombres del grupo de Los Siete conversaba con Espíritu Santo, contándole el ambicioso proyecto de la torre, implorando la máxima discreción ante un secreto que los llevaría a un lugar aún mejor del que estaban ahora para huir del mundo cibernético. Aquel experimentado narcotraficante, que había asesinado toda clase de posibilidades e ilusiones en su interior, reía a carcajadas ante lo que le parecían ocurrencias inevitables de una somnolencia irreparable. Luego de un largo rato de risas, sacó de sus bolsas un paquete con el polvo mágico que llevaba empaquetado en su animal volador, y le enseñaba al habitante del rancho los menesteres apropiados de mago. Aprendió el hombre rápidamente el artificio, y tanto le gustó el oficio de mago que se pasó toda la noche hasta el amanecer junto a la bolsita del misterioso polvo.
Llegó el tercer día y los visitantes se preparaban para marchar. Antes de alejarse, Espíritu Santo había regalado otra bolsita al hombre.
El día transcurrió entre alborozos de pájaros y viento, todo volvió a su anormalidad luego de que alzara vuelo la imponente máquina. Decidieron los demás que continuarían los trabajos en la torre, rodeados de una alegría indescriptible por la idea de cumplir con la sentencia escrita en el suelo, al pie del monumento en complicidad con la paloma. Sin embargo algo había roto la empatía y el perfecto entendimiento que tenían Los Siete, ya que el hombre aprendiz de mago se negó a trabajar, respondiendo con un humor agresivo que asustó a los demás seis que huyeron perplejos al ver la reacción del compañero.
Trabajaron todo el día hasta que llegó la noche y se encontraban descansando en sus ranchos, cuando la niña se disponía a narrar sus hermosas historias. El viejo notó la ausencia del miembro desertor, por lo que fue a buscarlo para que estuviera presente en el momento más querido y conmemorado por todos (Los Siete) desde que habían establecido sus rituales de vida. Caminó por la colina y encontró al hombre con una mirada inexpresiva, la nariz de catarata, con un manantial rojo que vertía de sus dos hoyuelos, trémulo, con una bolsa vacía en sus manos. Al principio se portó agresivo con su llegada, aunque la indomable experiencia del anciano le infundió el respeto necesario para, no sin un desgano evidente, acompañarlo a escuchar al ángel poeta, la hermosa niña de rizos de resorte.
Escucharon la primera historia, todos aplaudían exacerbados, inundados de alegría, gozaban, comían y reían. Pero había uno que temblaba, sin apetito, con un monstruo interior que le devoraba sus huesos, penetrándole las venas y mordisqueando su cerebro, vomitando los pedazos en el costado interno del cráneo, sintiendo palpitaciones interminables, aceleradas que avanzaban como una manada de bestias negras que en suicidio colectivo se dirigían al abismo de sus sesos. La niña empezaba la segunda historia, un típico cuento de hadas y magos. Recorría de manera elocuente los pasajes de la historia, su voz se extendía por los alrededores, y aquel hombre sentía como un chirrido que penetraba su todo, sus palabras se convertían en avispas que en tropel, pugnaban desesperadas por entrar en sus oídos con el chirriar de alas malditas que golpeaban la anatomía de su oreja. Su frente se volvía sudorosa, sus manos inseguras, su cabeza un motor imparable, su corazón era una bomba a punto de estallar, hasta que, en una acción incomprensible sacó de su costado un arma y disparó en la frente a la niña, que cayó de espaldas en un charco de sangre, lanzando el último suspiro que pondría fin a un cuento inconcluso. El arma había sido un regalo de su efímero amigo el narcotraficante, que había bautizado su ánimo de un santo espíritu de muerte. Al percatarse de su locura el hombre corrió lejos hasta donde se encontraba la torre y sin dudarlo, desprovisto de toda magia o fantasía acabó con su vida con un disparo en la sien.
Luego de este triste episodio, los cinco seres que despavoridos quedaron vivos en la altura de aquellas lejanas tierras, con ánimo de zapato, pisando la sombra de un silencio eterno, decidieron volver al mundo real, regresar a la tierra del derecho y la ciencia, la tierra de papeles verdes que reclaman para sí la atención de todos los confines, que vuelan como pájaros en el cielo del comercio, del imperio tecnológico. Y como peregrinos, la cabeza baja y con tristeza en la sangre, bajaron la colina para encontrar su destino, no sin antes dejar una inscripción en el monumento con la advertencia imperecedera: “esta torre aún no se ha terminado”.

jueves, noviembre 11

Amor a primera mordida. Ricardo Rodríguez

Amor a primera mordida


Soy hombre nocturno y de oscuro placer,
de amor corrupto, de sangre y embriaguez;
la excepción a la regla, pues el corazón me palpita,
soy de los vampiros el único con la condena maldita:

de amar y soñar, odiar y llorar
por una mujer, en deseo arder.


Bella doncella por la noche cubierta,
permíteme morder, matar,
destruir lo que ha sido
de tu corazón te pido
ábreme la puerta:

para tu sangre beber,
para gritar de placer.

El rechazo, no me sorprende,
si esta mirada tu decisión
no llega a cambiar,
debo suponer
nada lo hará.

Que fácil me declaré vencido
dejando mi amor al susurrante vacío,
pero para todo hay un por qué:

al vivir errante la vida,
cual la vivo yo
no es difícil renunciar a todo
y a cada cosa
dar resignación.

Aquí termina el llanto de un No-Muerto
de sentimientos - declaración.
Así se expresa mi dolor,
cual si fuera canción.

Despedida, Arturo Mora y El Hurón.

Despedida 


Ya no estás aquí.
No florece tu sonrisa.
Tu sombra sonámbula ya no llega a mi recamara.



Mi amigo ilustrador de Argentina que se hace llamar Hurón tiene un blog de sus trabajos: http://huron-ilustraciones.blogspot.com/ . Estuve viendo sus trabajos y me encantó la combinación de esta ilustración que se llama Despedida con este poema corto que escribí hace unos días.
Parte de lo que queremos en el taller es motivar a las personas a escribir, a sentir , a expresar y dejar el temor de "la hoja en blanco". Y dejar salir las emociones aunque a veces duelan. Y que dolor más intenso como cuando llega el momento de La Despedida.

martes, noviembre 9

Instinto Juan Ulate

instinto

En está oscura habitación dispongámonos a soñar en el deseo,
y tratemos de ser libres al fin,
rompamos por un instante con esa falsa utopía
que no existe en nuestra conciencia
y dejémonos llevar por las sublimes y cálidas corrientes del placer;
y allí; alejados, y en una eterna soledad, florezcan juntos nuestros cuerpos,
alimentados con el dulce erotismo que nos incita a ir más haya de lo irreal,
para practicar como el más sagrado acto, el más perfecto concúbito de la humanidad.

Y al despertar de nuestro perfecto sueño,
¡de aquel breve canto al viento!,
seguir rompiendo con lo imposible.
Hasta dejarnos llevar por el río torrencial de nuestro libidinoso sueño.
Hasta el punto de llegar a escandalizar al mismo amor,
y dar muerte a lo efímero, para hacer realmente perdurable nuestra unión.

Desde nuestro lecho observaremos indiferentes
la prejuiciosa excomunión de la iglesia,
y el inaudito rechazo de la sociedad,
y seremos felices, por ser naturales.

Nos uniremos hasta el punto que nuestros
vaporosos cuerpos creen la niebla que desembocara tempestades.
Al punto que nuestra desaforada noche termine
con nuestra muerte prematura
producto de la flagelación erótica de nuestros débiles cuerpos.


Al punto que llegue yo a creerte la más insaciable de
entre las diosas y que tu me creas el más divino sátiro del mundo mortal.

Nuestro abstracto mundo será eterno, al igual que nuestro
loco deseo de amor.
Que nos condene el mundo, ¡que importa tal!,
solo seguimos nuestro instinto, “es lo natural”.

miércoles, noviembre 3

BESO Ana Elena Orozco

BESO

Dame un beso intenso,
que quite mi respiración,
devuélvele la vida
a mis huesos
con la entrega de
Tu corazón
róbame el aliento,
despacio brutal
con un beso tuyo
ayúdame a empezar…
quítame los miedos
estoy frente a ti
envuélveme en tu cuerpo
no me dejes ir
dame cada día
la posibilidad
de estar en el cielo
rozando tu mirar, tu cuerpo al final
déjame llevarte
donde no hay vuelta atrás
donde nos confundiremos
bajo la lluvia
olvidando un breve instante
la cruda realidad…

miércoles, octubre 27

Lluvia, Poema Ana Elena Orozco

Lluvia
En honor a lo que pudo ser y no fue...


La lluvia resbala en la ventana gastada,
la ciudad hierve en los días sin calma,
el silencio envuelve su habitación,
y el recuerdo atormenta toda vana ilusión.

El teléfono enmudeció antes de lo esperado,
su anhelado sonido de pronto se cayó
los días se escurren muy lentamente,
como minutos que escapan de la prisión del dolor.

La ausencia se hizo eterna, de
tanto esperar,
la espera cansada calmó su verdad,
(su) verdad cruel que le dolió
un suspiro ahogado que se apagó.

La lluvia resbala en la ciudad gastada.
El teléfono enmudeció antes de lo esperado,
los días se escurren muy lentamente,
ahogando un suspiro que se apago...

Sobre el poema: "me gustaria si se pudiera publicaran lo que les envio en algun momento lo escribi y me gustaria compartirlo con ustedes, estoy interesada en participar el taller "  Ana Elena Orozco .
Muchas gracias a Ana Elena Orozco por compartir su poema en el Taller y aquí esta para que lo puedan disfrutar todos. Tenemos muchos grandes proyectos para Grecia junto a la Casa de la Cultura . Les esperamos de nuevo el siguiente Miércoles a las 12 md en la Biblioteca Pública en Grecia.

miércoles, octubre 20

Fácil, Poema Arturo Mora ( Revista Tertulia)

Fácil

A media hora del futuro,
alucino sobre el pasado

como burbujas
en un vaso
largo y frío.

Viajan los ayeres,
los adioses y
las penurias
a su muy urgente
fin.

Dulcemente preparado
en la superficie del líquido.

¡Tanto que se sufre en el pasado
cuando se vive como presente!

¡Qué fácil es estar a 29 minutos del futuro
y reírse del antes!

Frente a la neblina
tentadora del mañana,
el futuro inevitable,
como el fin
de una
página…


Uno de los productos del taller de Occidente es la Revista Tertulia y en la NúmeroXVIII-XIX - Anual 2006-2007 en la sección Voces Nuevas se publicó este poema Fácil. Para mí como poeta es un honor ser parte de esta revista y de esta taller. 

Taller Carbunco, Cine y Literatura

Como parte del trabajo del taller de poesía de la Sede de Occidente a cargo de Melvin Campos ( encargados de la revista Tertulia ) . Nace el Taller Carbunco en Grecia Centro para extender más el trabajo en la zona de occidente para inculcar y cultivar el quehacer de la lectura, la escritura y la crítica de cine. Juan Ulate es el encargado actual del taller de Grecia . Estamos iniciando el taller en un nuevo horario los Miércoles de 12 md a 2 pm en el Centro de la Cultura de Grecia . Si desea pueden escribir a : juanulate22@gmail.com . Y si quisieran participar dejar su comentario en el blog con su email para comunicarnos con las personas interesadas en ser parte de esta taller de Cine y Literatura en Grecia Centro. Y actualmente Stereofilia Radio se une al apoyo del taller y el trabajo del poeta y profesor Arturo Mora también serán parte de esta taller.
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