Tú, la luz que se abre camino
entre las saladas olas del mar,
que ilumina el sendero nocturno
de las almas en pena,
que observa el trágico andar
de nuestros sueños.
Protégeme en esta noche fría,
de inmaculada soledad,
oculta de mí los arcanos letales,
no permitas que mi alma
caiga en penumbra,
porque nadie la podrá rescatar.
Oh tú, luna,
ayúdame a vivir
y completar mi transformación.
Oh tú, luna,
se testigo de mis últimas palabras,
dale fin a mi sufrir.
Oh tú, luna,
esperanza en mis horas bohemias,
lleva hacia tu montaña
mi cuerpo desnudo,
y purifica allí mi corazón.
Tú, testigo minuciosa,
de muchas otras muertes,
guarda la mía en silencio,
que no se enteren las estrellas.
No le cuentes al mar,
pues muy pronto el sol
al descubierto pondrá
que una luz se apagó.
Que dejo de ser..
Que murió…
1 comentarios:
Muy bueno me gusto bastante.. esta muy lleno de enigma y misterio
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